Carlos Valerín - La historia nunca antes contada de un músico tico en la época de oro de la salsa.

Escrito por Josué Calderón Arrieta.  

San José, Costa Rica, 02 de Octubre del 2019.

Carlos Alberto Valerín, nace en Curridabat, lugar que lo ve crecer y dar sus primeros pasos musicales. Su carrera inicia en la Banda Municipal de Curridabat, con apenas 11 años de edad, donde empieza a enamorarse de la que sería su compañera de aventuras, la trompeta, con la cual ha compartido historias que muy poca gente conoce, historias realmente increíbles.

Ya iniciado en la música, Valerín, como le gusta que le llamen, inicia su carrera en orquestas, cumplidos los 13 años de edad. Esto engloba orquestas como la de Hernán Sánchez, Álvaro Morales y Sonora X, hasta que llega a una orquesta que había viajado de Limón a San José y que andaba en busca de trompetista, esa orquesta era nada más y nada menos que Karibú. Es así, como con 15 años de edad, inicia su carrera en “La Manada de la Salsa” en donde lo bautizan como “El baby face de Karibú”, por su apariencia aún de niño.

A la misma edad de 15 años, y gracias a una beca que se ganó en una audición, ingresa al Conservatorio Castella, en donde rápidamente se convierte en la  primera trompeta solista de la banda del  Castella.

Pero eso no era todo, Valerín hacía conciertos con la Sinfónica Nacional cada vez que lo llamaban, grabó para muchos grupos nacionales del momento, tales como Taboga Band, La Banda, Jaque Mate, entre otros. Adicional a eso participaba en comerciales para empresas como Coca Cola, Colgate, entre otras.

En el Conservatorio Castella integró un grupo llamado Jazz Rock Castella, el cual era integrado por jóvenes  apasionados de la música. Valerín integraba el grupo junto a  Sergio “Cheko” Dávila en el saxofón, Fidel Gamboa también en el saxofón, Ronald Acevedo en la trompeta, Marco “Chiqui” Ortiz en el bajo, Marlon Barquero en la batería, Juan Roy Mora en los bongoes, Marco “Pino” Soto en la guitarra y en los trombones Arnoldo Herrera Jr y Allen Paulino Torres.

Valerín recuerda la primera vez que se presentó el Jazz Rock Castella en el Teatro Nacional de Costa Rica, habían llenado el lugar, los estudiantes del Conservatorio Castella asistieron, los padres de los estudiantes estaban presentes también, además de público en general. Empiezan su show de jazz y todo marchaba de la mejor forma, al público le gustaba lo que estaba presenciando. Llega el famoso receso de los 15 minutos y los jóvenes músicos, a los cuales les encantaba la salsa dicho sea de paso, se alistaban para salir nuevamente al escenario, con la sorpresa de que se iban a salir del libreto, y en vez de continuar con el jazz como estaba estipulado, empiezan a tocar una salsa, sí, salsa en el Teatro Nacional. El maestro indica que el coro de la salsa decía “Puerto Limón, Limón, ritmo de salsa y sabor” y era una salsa riquísima que al público le encantó, tanto así que todos empezaron a bailar. Comenta que fue una gran experiencia, pero que cuando el show terminó, estaban listos para recibir el regaño de don Arnoldo Herrera, director del Conservatorio Castella, aunque después de ver el furor que causaron los jóvenes, les perdonó la “travesura” que habían cometido.


Jazz Rock Castella en el Teatro Nacional de Costa Rica


Fue con el grupo Jazz Rock Castella, con quien los jóvenes estudiantes viajan a Cuba en 1978, al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, viaje que según comenta el trompetista, les cambiaría la vida; “vinimos Irakeresados, y no era para menos, estuvimos compartiendo con Irakere, ¡sí, Irakere!, quien tenía en sus filas a maestros como Arturo Sandoval, Jorge Varona, Paquito D´Rivera, Carlos Averhoff, Carlos Emilio Morales, Chucho Valdéz, Carlos del Puerto, Armando Cuervo, bueno, sé que me faltan algunos pero no puedo acordarme los nombres de todos”.


Jazz Rock Castella


Así mismo comenta: “recuerdo que tocaron una canción, Xiomara, se me quedó grabada en la mente, en ese momento no sabía cómo se llamaba, pero yo la llamaba la canción de los famosos seicillos, esto porque cuando ese brass la tocó en Villa Lenin y escuché esos seicillos, se me pararon los pelos”.  En ese mismo viaje a Cuba, aparte de compartir con Irakere, compartieron tarima con Los Van Van, donde conocieron y recibieron consejos del gran percusionista José Luis “Changuito” Quintana. Los Van Van son toda una institución de la música cubana.

Valerin dice que siempre vive muy agradecido con Arturo Sandoval, porque él se tomo el tiempo entre los descansos para aconsejarlo, uno de los consejos que más recuerda fue cuando el maestro Sandoval le dijo; "bueno muchacho, si quieres tocar trompeta lo primero que tienes que hacer es comer más, porque estas muy flaquito". En ese entonces Valerin estaba tan flaco que entre risas dice; "me daba miedo comer garbanzos porque me podían coger de rosario jaja".

Irakere


De vuelta a Costa Rica, se gradúa con 17 años del Conservatorio Castella, donde al graduarse, el director del colegio del momento, don Arnoldo Herrera, lo nombra profesor de trompeta, “tuve muy buenos alumnos, entre ellos, Stanley Corrales, hoy en día un gran trompetista reconocido en el ámbito de la música popular en Costa Rica”, relata.

Cuando Valerín cursaba su segundo año en la Universidad de Costa Rica, Karibú fue contratado para realizar una gira por Estados Unidos, la cual se convertiría en el boleto para que el maestro se estableciera en New York. Fue en New York donde lo contrata una orquesta llamada Los Grandes de Colombia, y así inicia su historia con el gremio salsero de New York, ciudad que vivía su mejor época salsera.


Época de oro de la salsa en New York

Su experiencia en New York inicia un 4 de Julio de 1981, cuando se celebraba el día de la Independencia de  Estados Unidos, y que como dice el maestro Valerín entre risas: “también fue mi independencia, estaba solo y sin familia por primera vez en mi vida”.

Su primer maestro de trompeta en New York fue el legendario maestro Carmine Caruso y también fue alumno del maestro Vincent Penzarella de la Orquesta Filarmónica de New York.

La primera banda de salsa en New York en la que estuvo Valerín fue cuando estudiaba en la escuela de Johnny Colón, en Manhattan, en un lugar boricua que según cuenta,  se llamaba El Barrio. Ahí Johnny Colón hizo su orquesta de salsa y le dio la primera trompeta a Valerín, el cual para ese entonces tenía 18 años. En esa misma orquesta tocaba el famoso bajista Rubén Rodríguez, bajista de Marc Anthony, y también Johnny Rivera, cantante de éxitos como “Por eso está conmigo” y “Cuando parará la lluvia”.

Valerín estaba en la Orquesta de Johnny Colón cuando tuvo la oportunidad de salir en la película Crossover Dreams, donde aparece Rubén Blades. "Recuerdo estar en una azotea en Nueva York y tocar mientras un joven Rubén Blades estaba actuando una escena de baile romántico con una bella actriz." El director de Crossover Dreams, León Ichaso, dirigiría "El Cantante", la aclamada película sobre la vida de Héctor Lavoe, protagonizada por Marc Anthony y Jennifer López.

También estudio en Boys Harbor Music School en Manhattan, y fue miembro de la Brass Ensemble del Queens College. Adicional a eso tocó con varias Big Bands de Jazz, entre ellas la del maestro Marty Sheller,

Adicional a eso, también tuvo la suerte de tocar en el Village Gate, muchas veces acompañando a diferentes orquestas de salsa y a grandes estrellas del jazz, entre ellas Wynton Marsalis, Dizzy Gillespie, Arturo Sandoval entre otros.


Valerín junto a Dizzy Gillespie, leyenda del jazz. Manhattan, Julio de 1983.

Fue estando en New York donde conoce a quien fuese su nuevo maestro, el señor Víctor Paz, quien fue su maestro por más de 4 años. Valerín narra:

 «La primera vez que fui a tomar una clase de trompeta con el maestro Víctor Paz, yo tenía 18 años, me lo encontré en New York en un tren, y él me dio su tarjeta, por lo que lo contacté para recibir la clase, recuerdo que la noche anterior casi no pude dormir de la emoción, yo pensé en llevarme el concierto de Hummel para trompeta y otros más, para que él me escuchara, según yo y mi humilde ego. Ese día cuando llegue a su casa, lo primero que yo hice fue sacar mi trompeta, entonces el maestro me dijo, así como hablan los panameños, tuteando y fuerte: oye muchacho, ¿qué estás haciendo?, yo asustado le contesté "nada maestro, solo sacaba mi trompeta, él me contesto y más fuerte todavía, "guarda esa trompeta, y siéntate ahí y sólo escucha, que tú todavía no sabes ni hablar”. Sentí como si me hubiesen dado con un bate por la cabeza, ese día él solo seguía practicando, y cuando terminaba un pasaje, me hablaba. Al otro día llegué y entonces me puso el metrónomo en 60, y me dijo “cuenta y cuenta y vuelve a contar, mil veces, one and two and three and four, one and two and three and four”. La semana siguiente me pasó del metrónomo a long plays de salsa, jazz, samba, música clásica, entre otros, y yo “one and two and three and four”, cabe recalcar que las clases del maestro nunca duraban una hora; eran tres veces por semana, yo llegaba a las 9:00 am, al medio día íbamos a almorzar afuera, volvíamos como a la 1:00 pm, y seguíamos hasta las 3:00 pm o 4:00 pm, me hablaba de todo, de la vida, me contaba muchos chistes, le encantaba vacilar, claro por ratos, después se ponía “la gorra de general” . Algunas veces lo esperaba hasta las 6:00 pm, para acompañarlo desde Queens hasta Manhattan, ahí él tocaba todos los días el Show de Broadway Cats. Bueno, la cosa es que un mes después, me dijo "ahora si saca la trompeta" me puse demasiado feliz, entonces me dijo “saca el Arban y pon la lección #1”, y yo pensé, “¡ah que dicha! ese Arban lo pasé en el Conservatorio Castella, mil veces”, pues me quedé pegado con la lección #1, ¡una semana completa!, y luego otros 3 meses con las 10 primeras lecciones, fue como empezar de cero otra vez. Y así pasaron 4 años de clases con el maestro, hicimos una gran amistad, nunca me cobro ni un dólar, solo me pedía que le llevara una fruta, nada más, y para esa época, los 80´s, una clase con cualquier maestro costaba entre $50 y $ 75. Recuerdo que una vez me mandó el maestro para que tocara el concierto a los niños lisiados de Puerto Rico, el concierto era en Manhattan y yo no sabía con quién era que tenía que tocar, sólo tenía el contacto, cuando llegué al concierto ¿cuál fue mi sorpresa?, sólo pensé "trágame Tierra", ¡era la Orquesta De Machito y todas sus estrellas!, entre ellas el famoso trompetista cubano Alfredo "Chocolate" Armenteros, con quien también hice buena amistad, y así pasaron mis 80´s y 90´s en New York. Como dice el maestro Víctor, “los músicos somos como los taxistas, un día aquí y otro día allá». 

 El maestro Víctor Paz


Indica que esa historia poca gente la conoce, y que la cuenta como moraleja para los músicos que están iniciando su carrera, "si te ponen a contar, cuenta y cuenta,  sin hacer preguntas...jajaja”.

Valerín también recuerda una historia con Ray Maldonado, uno de los trompetistas más influyentes del género:

«Una vez hice una grabación con el ya desaparecido Ray Maldonado, un súper músico, le llevé la grabación al maestro Víctor Paz, para que la escuchara, era un arreglo bien cabrón. Él se quedó callado escuchando y al final me dijo; "ese trompetista Ray Maldonado toca bien, tiene swing". Ray era otra historia completa, una vez estamos tocando con Hector Lavoe en el Village Gate, esa noche acompañamos a Winton Marsalis, yo tenia 19 años, la misma edad de Winton, y cuando estabamos haciendo el bridge para que él improvisara, Ray Maldonado, improvisó primero. Mr Winton Marsalis, quién estaba adelante esperando su turno, bajó su trompeta se vino hacia donde estabamos nosotros y le dijo "that was so so beautiful". Eso para mi se llama reconocer el talento de otro músico y ser muy humilde, lección aprendida».

Ray Maldonado fue trompetista de Fania, y uno de los principales trompetistas que Hector Lavoe siempre usó. Valerín comenta;  «en los solos de trompeta de la canción El Cantante de Hector Lavoe, no sé porque los créditos en el álbum se los dan a Lew Soloff (otro gran trompetista de la época, tocaba con Blood, Sweat &, Tears, entre otros), quiero que sepan que esos solos los grabó Ray Maldonado. Su estilo era inconfundible. Ray Maldonado fue uno de mis mentores, siempre me aconsejaba, grabamos y tocamos juntos muchas veces. La razón por la que lo quiero mencionar es porque una mañana lo llamé a eso de las 9:00 am  para ir a tomar una clase con él y me dijo así (palabras textuales) "Valerincito, ahora no, acabo de llegar de una gira con Steve Wonder, y vengo desbaratado", tenía yo un ensayo con él ese dia por la tarde en Boys Harvor Music School, y me quedé frio, inmóvil, cuando me dicen los musicos que Ray Maldonado  había fallecido de un paro cardíaco, en la mañana, o sea después de que hablé con él. Fue un día muy triste para mí» relata Valerín.

Ray Maldonado

La paciencia y deseos de aprender lo llevaron a tocar con las orquestas de grandes artistas de la talla de Héctor Lavoe, Ray Barretto, Johnny & Ray Salsa con Clase, Louie Ramírez y Ray de la Paz con su Grupo Noche Caliente, Adalberto Santiago y su Orquesta, Pete “El Conde” Rodríguez, Machito y su Orquesta, por mencionar algunos. 

Valerín recuerda que tocaba no menos de diez bailes por semana, más las grabaciones, más los conciertos, había demasiado trabajo en esa época. Una noche estaba Valerín practicando trompeta en su apartamento cuando recibe una llamada; "hello". contesta, era nada más y nada menos que Ray Barreto, quien estaba interesado en llevarlo a una gira por Europa. Sin embargo el trompetista tuvo que mentir, diciéndole a Barreto que tenía que viajar a Costa Rica de emergencia, esto debido a que aún no contaba con residencia en Estados Unidos, "fue muy triste, sabía que me estaba perdiendo una grandísima oportunidad" comenta Valerín. Al tiempo el maestro se hizo ciudadano norteamericano, por lo que empieza a hacer giras por América Latina y Europa.

Toda esta escuela lo llevaría a formar su propio grupo, El Conjunto Barroco, esto junto a Ronald Acevedo, su ex compañero del Jazz Rock Castella, y quien es ahora pianista. Ahí cosecharon muchos éxitos no sólo en New York, sino que también a nivel de América Latina.

Conjunto Barroco

El maestro relata una de sus experiencias para ese entonces:

«Cuando la llamada salsa dura de los 70´s y 80´s empezaba a desvanecerse, ya para los 90´s, yo estaba entrando en mis 30´s y la salsa empezó a tomar un giro, romántico. La verdad a mí no me gustaba lo que estaba pasando, extrañaba, las descargas, las moñas, los mambos, las improvisaciones, te subías a la tarima y no sabías que iba a pasar. Empezábamos a tocar un tema y ese tema podía extenderse hasta 15 minutos, nos entreteníamos mucho inventando mambos, los músicos descargaban a su antojo y lo mejor de todo, el bailador pedía más de lo mismo jajaja, era genial. Bueno el asunto de la salsa romántica en los 90´s, que por cierto recuerdo que Andy Montañez la llamaba la “salsa monga”, algo así como salsa sin swing jaja, nos dio un golpe en la cabeza a los músicos en New York, ya que, o tocabas eso o no comías, ¡y yo decidí comer jaja!. Había una banda saliendo por los 90´s, su nombre era Johnny and Ray, Salsa con Clase, la cual tenía este repertorio romántico, pero también se hacían temas de descargas. Un día me llamo Jhonny, el dueño de dicha banda, para que fuera en una gira con ellos a Perú, yo hice la maleta y "jale". Esta Banda estaba pegadísima en toda Latinoamérica, se acuerdan los temas como Bandolera, Margarita, You Are My Every Thing, esos “maes” salían hasta en la sopa. Estuve tocando alrededor de dos años con ellos, junto a mi gran amigo del alma el gran músico y trompetista cubano Guido González».


De New York a Miami

Para el año 1995, ya con familia, Valerín toma la decisión de mudarse a Miami. Orquesta Inmensidad del maestro Raul Gallimore se convertiría en su nueva casa salsera, la cual Celia Cruz y su esposo Pedro Night decidirían que sería su nueva orquesta, y así sucedió por más de 7 años; “Celia fue como mi hada madrina, una gran señora, muy profesional y con un don de gente único, la recuerdo con cariño y la extraño mucho” relata triste el trompetista.


Junto a Celia Cruz y Pedro Night. Miami, 1996.


Con Orquesta Inmensidad, graba en el 2005 el álbum “Un Nuevo Amanecer”, el cual se convertiría en el último álbum que Fania grabara bajo su sello original. En ese entonces, Orquesta Inmensidad contaba con músicos de la talla de Raúl Gallimore, Jason Pyle, Josué Rodríguez, Luis Rodríguez, Luis Reyes, Victor Panamá, entre otros.


Oquesta Inmensidad


Además de La Orquesta Inmensidad, en Miami tocó con Víctor Manuelle, Lalo Rodríguez, Héctor Tricoche, Las Estrellas de Willie Rosario, Niche y sus Estrellas, El Grupo Macambila, quien estaba formado por músicos muy selectos de Miami, con esta última agrupación mencionada grabó el primer CD, en el año 1996. También fue la orquesta invitada al Festival de la Independencia de Colombia, que se celebra cada año en el Flushing Meadows-Corona Park, en la ciudad de Nueva York. Fue en ese mismo año que viajan a Barranquilla Colombia, donde participan en el festival de orquestas, siendo  los ganadores de El Congo de Oro.(alternando con la prestigiosa banda cubana Irakere). El Congo de Oro se ha establecido a través de la historia del Carnaval de Barranquilla como el máximo trofeo que se otorga, siendo por lo tanto el más alto honor dentro de esta fiesta. El tema mas sonado en Colombia y Estados Unidos del Grupo Macambila fue "Una, Dos y Tres".

Posterior a eso, Valerín seria llamado por La Universidad de Miami, para participar en un proyecto de una Big Band Latina, tocando arreglos de grandes exponentes de este género como Mario Bauza, Machito y su Orquesta entre otros.


Machito y su Orquesta


Al terminar ese proyecto fue invitado por la misma universidad, donde audiciona para una beca completa. Audicionó para ese entonces con el reconocidísimo profesor de trompeta Mr Gilbert Johnson (Trompeta solista en Orquesta Filarmónica de Nueva Orleans, Trompeta solista en Orquesta Filarmónica de Búfalo, y Trompeta solista en Orquesta de Filadelfia). También audicionó para Whit Sidener, quien fue profesor emérito y ex presidente del Department of Studio Music and Jazz de la Universidad de Miami. Una tarde, mientras practicaba en su casa, salió a recoger el correo, con la grata sorpresa de que la Universidad de Miami le había enviado una carta, la cual indicaba que había sido elegido para la beca completa, el corazón se le quería salir de la emoción, sin embargo no todo fue color de rosas para el maestro…


Dura prueba para el maestro Valerín

Algunos se pueden preguntar ¿qué pasó después de Orquesta Inmensidad?, pues cuando las cosas no podían estar mejor, algo inesperado sucedió; una madrugada iba manejando por la carretera  Interestatal 95 de Miami, cuando un tráiler impactó su vehículo con tanta fuerza que no recuerda cuantas vueltas dio en ese momento, tal fue la magnitud del impacto que llegaron a pensar que había fallecido. Sin embargo y para buena fortuna, sobrevivió, pero no sin tener consecuencias del accidente, ya que sufrió varias lesiones, específicamente en los músculos del rostro, lo cual le impedía tocar la trompeta, “no sé cuántas lágrimas derramé, fue devastador para mí” indica el maestro recordando el hecho.

Han sido años de terapia para su recuperación, poco a poco se fue recuperando y en el 2011 recibe una invitación para participar en un proyecto histórico.

El gran pianista costarricense radicado en Miami, Alex Arias, le da la oportunidad de poner su granito de arena en un proyecto llamado La Salsa Más Larga del Mundo, el cual alcanzó a estar en el Libro Guinness de los Récords Mundiales. En ese trabajo participaron 122 músicos, entre ellos cabe destacar a los costarricenses Sergio “Cheko” Dávila, ex compañero del Jazz Rock Castella, Luis Guillermo Flores, quien es pianista, arreglista y productor radicado en Miami, y el trompetista José Sibaja, a quien el maestro Valerín conoció en la Universidad de Miami cuando José comenzaba a abrirse camino, “yo lo aprecio mucho y lo considero el embajador tico de la trompeta para todo el mundo, me hace sentirme orgulloso de ser costarricense”

Además de los ticos, en ese arreglo participaron artistas de talla mundial, como por ejemplo Carlos Oliva, Eddie Santiago, Rey Ruiz, Issac Delgado, Domingo Quiñones, Alfredo El Sonero, Hansel (Hansel y Raúl), Aymee Nuviola, Miguel Martin, Freddy Cárdenas, Braily Ramos, Mandy Sánchez, Lefty Pérez, Alex León, Nelson Llompart, Roberto Torres, Javier Merino, Chela Nuevo, Carlos Manuel, Daniel Palacios, Raúl Alfonso (Hansel & Raúl), Ray Cruz, Tony Columbie, Ramiro Aguirre, Andre Mc, Los Fujitivos PR, Kevin Ceballos, Michael Stuart, Kaban lRuth Abreu, Frankie Ruíz Jr., Evelio Zamora, Willie Panamá, Mikael Devante. Fue grabado en Miami Florida en el 2011.

La Salsa Más Larga del Mundo

Su vida hoy en día

De las razones por la que el maestro Valerín ha compartido su historia, se debe precisamente porque un escritor y coleccionista de salsa en New York, lo contactó debido a que está muy interesado en escribir un libro sobre su vida. Para los que de verdad lo conocen,  los que han tocado con él, saben que siempre ha sido un músico humilde, que nunca se ha creído más que nadie, y que más bien siempre ha estado dispuesto a dar consejos o a recibirlos de la mejor forma. Pese a su increíble pasaje por la música, nunca se ha creído una estrella, ya que según él, "las estrellas solo existen en el Universo". La salsa y el jazz, siempre le han gustado mucho y tuvo  la suerte de haber estado en el lugar correcto y en el tiempo correcto.

Comenta que cuando se le dio la oportunidad de ir a los Estados Unidos con Karibú, a sus 17 años, nunca salió de Costa Rica con la intención de quedarse allá, tanto así que todo lo que se ganó lo gastó en libros, música y boquillas, pensando en regresarse. Pero se le dio la oportunidad de quedarse allá, la orquesta Los Grandes de Colombia le ofrecieron casa y comida, y Valerín, en busca de cumplir sus sueños, aceptó la oferta.

Además también comenta, y sin el afán de hacer alarde de ello, que para esa misma época tenía una beca ganada en Rusia, específicamente para música clásica, sin embargo la rechazó, y muy a su estilo indica la razón: “no quise irme a Rusia porque la verdad lo mío es la salsa y el jazz, me gusta la música clásica y mucho, pero me fascinan las descargas, sentir la adrenalina de poder improvisar un solo, de ver al público encendido, eso es lo mío”.

A la fecha Valerín ha estado más cerca y al cuidado de sus padres, “entre tamales y olla de carne” como dice él. Sin embargo no pierde el enfoque con su hijo mayor Erick y sus hijas Michelle y Natalie, a quienes dedica esta historia, “poder compartir con mis padres y mis hijos simplemente no tiene precio” comenta el maestro lleno de orgullo.

Para despedirse, el maestro Valerin les deja un consejo a todos los músicos jóvenes que se quieren dedicar a esto: «que sean humildes, que respeten a todos los músicos por igual. Una de las cosas que yo hice toda mi vida fue preguntar, siempre le preguntaba algo a algún músico para aprender, porque yo pienso que no todo esta en los libros, hay millas de distancia. Por ejemplo, cuando acompañé a Dizzy Gillespie le pregunté; "maestro, ¿qué me recomienda que practique para tocar mejor?" él puso su brazo sobre mi hombro y me dijo; "escalas, escalas y más escalas". He visto montones de jóvenes músicos subirse y bajarse de una tarima, sin hablar con nadie, parece que ya lo saben todo, espero que esto que digo le sirva a alguien de algo. El consejo es que pregunten, pregunten y pregunten, existe un mar de sabiduria,  detrás de los libros, con solamente ser humilde y querer de corazón aprender. De corazón les deseo lo mejor en esta vida, escuchen más de lo que hablan, y veran resultados., Mientras yo seguiré mi vida, preguntando y preguntando,  porque hasta la fecha yo no he conocido a un músico que lo sepa todo.» finaliza el maestro.    

Con Stanley Corrales.

Con el grupo Opa Opa de Oswaldo Bernard haciendo un solo sin boquilla.

Con el Opa Opa, Costa Rica 2010.

Grabando con Sergio "Checko" Dávila en Solo Hits recording studio.

Bloque de trompetistas que acompañaron a las estrellas de Willie Rosario, Miami, 2009. Con Luis "Papo" Márquez, Dante Vargas y Dr Pete Francis.

Con Luis "Perico" Ortiz en el Corso, New York, 1983.

Concierto en Miami, Bayfront Park, con Andy Montañez, año 2009.


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